En todos los actos de nuestra vida cotidiana siempre es necesario y saludable romper de vez en cuando la rutina del día a día (por ejemplo, con los fines de semana o las vacaciones). Lo mismo ocurre con la alimentación, sobre todo si se trata de menús ya establecidos que se repiten a una determinada cadencia. En estos casos, un pequeño gesto simbólico, una pequeña fantasía, aporta aire fresco y renueva la ilusión. En este contexto, el menú de hoy contemplaba una “Mac Sor Eusebia completa” (hamburguesa con queso fundido, ensalada, cebolla y tomate en el ya tradicional pan que todos conocemos) y, cómo no, las patatas fritas que no podían faltar en este tipo de comida, sin olvidar la bebida de cola. Estas fotos son la mejor ilustración de la acogida por parte de los residentes de esta pequeña iniciativa.
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